PRIMERA FASE: HAGAMOS UNA WEB ATRACTIVA

El proceso normal de las empresas que quieren introducirse en internet empieza y termina por hacer una web de cara a mostrar a sus clientes todos sus productos y servicios, es lo que llamamos una web escaparate.

Esta web está enfocada al contenido (generalmente el mínimo indispensable) y, sobretodo, a la estética.

Sirve para que la gente a la que le entregas tu tarjeta de visita pueda ver tu negocio y conocer tus productos sin necesidad de desplazarse ni someterte a un interrogatorio y para que se lleve una buena imagen de él gracias al buen hacer artístico del diseñador de la web.
Y si eres una persona activa en internet, posiblemente llegues más allá mostrándola directamente a tus contactos en las redes sociales en que estés dado de alta.

Es un buen inicio pero lamentablemente no acostumbra a ser suficiente como para generar una cantidad de ingresos significativamente superior respecto a cuando no teníamos web. Seguimos estando limitados a los clientes que puedan surgir de nuestros círculos más cercanos o que consigamos por los métodos de marketing tradicionales.

Si lo que queremos es que la web nos sirva para algo más que para adornar nuestro negocio necesitamos ir mucho más allá: expandirnos!

Y como? Haciendo las acciones pertinentes para que nuestro negocio aparezca en los primeros lugares en los resultados de los buscadores. Y aquí es donde podemos acertar o fallar.

Marketing Digital mal hecho: «Te consigo 1.000 enlaces por 30€» «Te hago SEO por 50€». Esto funcionaba bien hasta el 2012, cuando los algoritmos de google eran bastante inocentes y conseguir posicionamiento consistía en tener cuantos más enlaces a nuestra web, mejor. Desde la llegada del algoritmo «Penguin» todo eso no sólo es inútil sino que es perjudicial. Es una gran manera de no conseguir nada y, lo que es peor, dejar la web marcada para que nunca pueda conseguir nada. Cuídate de estas ofertas.

Marketing Digital bien hecho: Penguin causó una disrupción en el Marketing Digital. A partir de él, las cosas debían hacerse de otra manera, de manera natural. Aquí es donde entramos en la segunda fase de nuestra conquista de internet.